miércoles, 4 de marzo de 2015

Tarta de queso, yogur y coco.

Parecía que me había dado por vencida pero ¡no!. Ya sé que dije que estaría liada hasta el 31 de enero pero se me complicó más, aunque no me quejo. 
Os presento una de las razones por las que no he podido hacer ninguna receta hasta ahora: 




Esta princesita se llama Dana y ha estado en acogida en mi casa una temporada, ahora está en otra casa de acogida con otro gato pero aún no hemos encontrado una casita definitiva para ella. 
La otra razón es que he estado enferma y no había muchas ganas de hacer nada. Pero el fin de semana pasado venían mi padre y mi tía a verme para celebrar el cumpleaños de ambos y tenía que hacerles una tarta sí o sí. Como no tengo horno, tenía que ser una tarta fría, tipo mousse o cuajada, y ligera porque íbamos a comer fuera y cuando fuéramos a comerla estaríamos ya bastante llenos así que decidí probar a hacer una tarta de yogur y el resultado fue bastante bueno.

Ingredientes:
Para la base:
- 180 gr de galletas (yo usé tipo "Chiquilín" para potenciar el sabor del coco).
- 70 gr de mantequilla sin sal.

Para la tarta:
- 2 yogures naturales sin azúcar.
- 100 gr de queso de untar.
- 200 ml de leche de coco.
- 2 cucharadas de azúcar.
- 6 hojas de gelatina neutra (o 1 sobre de 12 gr si es en polvo).
- 2 cucharadas de azúcar.
- 1 ramita de canela.
- Chocolate blanco (para rallar y decorar después).

Preparación:
1. En un cazo ponemos a infusionar la leche de coco con la ramita de canela para que coja un poco de sabor.


2. Mientras infusiona trituramos la galletas en un bol y las mezclamos con la mantequilla. La mantequilla es mejor sacarla con tiempo de la nevera para que esté blanda o meterla unos segundos en el microondas, pero controlando que no se quede completamente líquida.


3. Cuando hayamos conseguido una masa homogénea forramos el fondo de nuestro molde con ella. Como a veces la masa se pega en las manos y puede ser difícil cubrir el fondo bien yo pongo encima un poco de papel de horno y aplasto con las manos para sellarlo mejor.


4. Ahora volvemos con nuestra leche de coco, que ya debería haber cogido el regusto a canela, le retiramos la ramita y vamos incorporando el queso mientras removemos para que se integre. Cuando sea todo de la misma consistencia añadimos las dos cucharadas de azúcar y seguimos removiendo hasta que se disuelvan.


5. Ya casi está, sólo nos queda disolver la gelatina (previamente hidratada si es en hojas o diluida en un poquito de agua caliente si es en polvo) en esta mezcla y dejar que temple un poco, pero que no enfríe demasiado o empezará a cuajar.

6. Cuando la mezcla esté templada añadimos los yogures, removemos una última vez y vertemos sobre la base de galleta que habíamos dejado preparada.

7. Ahora hay que dejar que repose unas cuantas horas, yo como la hice de postre para una comida la hice la tarde anterior y la dejé toda la noche en la nevera.

8. Por último decoramos como más nos guste. Yo elegí rallar chocolate blanco por encima porque es una tarta poco dulce y el chocolate blanco le da un poco más de dulzor con echar sólo unas virutas. 


NOTAS:
- Recomiendo sacarla de la nevera 30 minutos antes de comerla, si no se saca también está muy rica pero queda menos cremosa.

miércoles, 14 de enero de 2015

Pollo con mozzarella

Esta entrada va a ser de las pocas que haga hasta el 31 de enero porque uno de mis regalos de Papá Noel fue... ¡La fecha de mi próximo examen! Así que no estoy cocinando mucho la verdad. Pero el otro día íbamos a preparar para cenar pechuga de pollo a la plancha y me pareció un tanto soso así que decidí aprovechar una mozzarella que tenía en la nevera para animar un poco el plato.

Ingredientes:
- 4 o 5 filetes de pechuga de pollo (no muy grandes).
- 1/2 cebolla.
- 1 diente de ajo.
- 1 tomate pequeño.
- 2 champiñones (opcional).
- 1 cucharada de tomate frito (opcional).
- Un paquete o trozo de mozzarella.
- Sal.
- Orégano.

Preparación:
1. Picamos la cebolla y el ajo y lo pochamos en una sartén.

2. A continuación añadimos el tomate y los champiñones. Si el tomate está poco maduro es mejor añadirlo antes de que la cebolla y el ajo estén muy hechos porque tardará más en deshacerse, en mi mente la receta no llevaba champiñón pero el tomate que tenía en casa estaba bastante insípido y los añadí para darle un poco más de sabor.




3. Cuando tengamos todo pochadito añadimos un poco sal y podemos agregarle una cucharada de tomate frito para darle una textura más de "salsa". Si el tomate que habéis usado estaba maduro probablemente no haga falta. 



4. Esta va a ser la base de nuestro plato así que reservamos.

5. Hacemos las pechugas en una sartén con muy poquito aceite y cuando ya estén casi hechas les ponemos un trozo de mozzarella encima, si tapamos durante un par de minutos la sartén se derretirá mejor.



6. Ahora sólo queda montar el plato: ponemos un poco de las verduras que hemos preparado y encima una pechuga de pollo con la mozzarella derretida y espolvoreamos con orégano.



miércoles, 10 de diciembre de 2014

"Bombones" de queso con membrillo.

Esto fue una prueba que hice para una visita que tuve el fin de semana y como iba improvisando sobre la marcha no hice fotos del paso a paso, pero son muy fáciles de hacer y como han quedado bien quería subir la receta. 

Ingredientes (20 bombones aprox):
- 100 gr de queso de untar.
- 50 ml de nata (si es para montar mejor).
- 4/5 cucharadas de dulce de membrillo.
- 2 hojas de gelatina.
- Un poquito de agua.

Preparación:
1. En un cazo, ponemos a calentar el membrillo con un poco de agua para que se quede más cremoso. Cuando este a punto de comenzar a hervir lo retiramos del fuego y le incorporamos una hoja de gelatina (previamente hidratada en agua fría) removiendo bien para integrarla.

2. Dejamos templar y vertemos en moldes para bombones (o hieleras) cubriendo más o menos 1/3 del hueco.

3. Metemos en el congelador durante una hora.

4. Cuando el membrillo esté congelado preparamos la capa siguiente. En un cazo calentamos el queso de untar y la nata removiendo constantemente para que no se nos pegue. Al igual que antes, cuando esté a punto de empezar a hervir retiramos del fuego y añadimos la gelatina (previamente hidratada) y removemos.

5. Dejamos templar, unos 5 minutos para que no empiece a cuajarse.

6. Sacamos los moldes del congelador (si hemos usado más de uno mejor sacarlos de uno en uno) y vamos llenándolos con la mezcla del queso hasta arriba del todo (luego alisamos con una espátula o la parte lisa de un cuchillo). Esta parte hay que hacerla lo más deprisa posible porque el membrillo se descongela muy rápido.

7. Metemos otra vez los moles en el congelador y los dejamos ahí. Los sacamos unas horas antes de servirlos. A mí me gusta más como quedan descongelados en la nevera pero si tenemos prisa se descongelan bien (y antes) a temperatura ambiente. 



NOTAS:
- Sueltan un poco de agua de la gelatina al descongelar por lo que es mejor cambiarlos de plato antes de servirlos.
- Quedan muy cremosos, así que hay que tener cuidado si los cogemos con la mano pero con un cuchillo se cogen sin problemas y además así ¡se pueden untar!

viernes, 28 de noviembre de 2014

Croquetas de cebolla, champiñón y jamón (sin leche).

A mi novio le encantan las croquetas y me gusta ir probando diferentes formas de hacerlas para ver si consigo unas que no sólo estén ricas, sino que sean de esas de: "j****r que buenas están". Estas están buenas y para un día que no tienes leche o para alguien que no puede tomar leche son una solución, pero aún no son las croquetas perfectas. 

Si cambias el jamón por otra verdura, como por ejemplo calabacín, son una buena receta vegana si no nos gusta el regustillo que deja la leche de soja u otras leches vegetales.

Ingredientes:
- 3 cucharadas de harina.
- 2-3 vasos de caldo de verduras.
- 75 gr de jamón en daditos.
- 4 champiñones grandecitos.
- 1/2 cebolla.
- Aceite de oliva.
- Sal.
- Nuez moscada.
- 1 huevo (opcional).
- Pan rallado.

Preparación:
1. Pochamos la cebolla con el champiñón en una sartén hasta que estén dorados, escurrimos y reservamos en un plato junto con el jamón.


2. Tostamos un poco la harina en el mismo aceite en el que hemos preparado el relleno.


3. Ahora vamos incorporando el caldo para hacer la bechamel, la cantidad de caldo variará en función de si te gusta una bechamel más ligera o más espesa. El caldo en este caso lo hice específicamente para la bechamel con pieles de verduras.


4. Cuando tengamos la bechamel con la textura a nuestro gusto le incorporamos el sofrito y el jamón y añadimos sal y nuez moscada (sin pasarnos que el jamón ya suele salarlas bastante).


5. Vertemos la pasta resultante en una fuente y dejamos enfriar para poder moldearlas.


6. Después de que haya enfriado lo suficiente, las pasamos por huevo y por pan rallado y le damos la forma que más nos guste (a mí me gustan redondas como podéis ver). También podemos prescindir del huevo y pasarlas por pan rallado directamente. Freímos en aceite muy caliente y... ¡a comer!


jueves, 20 de noviembre de 2014

Minipizzas ¡¡sin horno!!

Después de unos días de caos, caos y más caos por fin he podido hacer una receta que tenía ganas de probar, pizzas sin horno, hechas en sartén. Como mis sartenes no son especialmente grandes me parecía buena idea hacer "minipizzas" aunque no me salieron tan mini... Eso sí, estaban muy ricas.

Ingredientes (8 minipizzas):
Para la masa:
- 150 gr de harina "normal".
- 50 gr de harina de fuerza.
- 2 cucharaditas de levadura en polvo.
- 2 cucharadas de aceite de oliva.
- 1 vaso de agua.
- Sal.
- Harina para amasar (bastante).

Para el "relleno":
- Medio calabacín no muy grande.
- 5/6 champiñones.
- Tomate frito.
- Queso de cabra.
- Queso rallado (del que más nos guste).
- Jamón york/bacon.
- Media cebolla pequeña.

Preparación:
Bases:
1. Colocamos todos los ingredientes secos en un bol (harina, sal y levadura). Y le añadimos en el centro, el agua y el aceite de oliva.

2. Mezclamos bien todo, primero con una cuchara o espátula y luego, cuando ya se pueda manejar con las manos, lo pasamos a una superficie enharinada y amasamos. La masa irá absorbiendo harina por lo que deberemos enharinar la superficie con frecuencia hasta que la masa deje de pegarse pero esté elástica. En este punto hacemos una bola con la masa.



3. Humedecemos un poco la masa con las manos y la tapamos con un paño.

4. Dejamos reposar mínimo 1 hora.

5. Una vez haya reposado la destapamos y la dividimos el bolitas. Vamos aplastando estas bolitas para darles forma de pizza. Yo no tengo rodillo así que no quedaron muy redondas.



6. Ya tenemos las bases listas para empezar a cocerlas. Les untamos una de las caras con un poquito de aceite de oliva para que no se peguen y las ponemos en una sartén caliente y tapada.



7. Cuando la base empiece a estar crujiente y veamos que tiene un color más tostado estarán listas para ponerle encima lo que hayamos decidido.



El "relleno":
1. Troceamos el calabacín y los champiñones y los salteamos un poco en la sartén por separado. Yo el calabacín lo hice en laminitas porque me parece que luego queda más bonito.



2. Mientras se saltean podemos ir cortando un poco de cebolla en tiras finas.

3. Ahora sólo queda montarlas. Yo puse: en unas el queso de cabra con el calabacín por encima y unas tiritas de cebolla cruda; y en las otras un poco de tomate frito, el queso rallado con el champiñón y el jamón york.

4. Para terminarlas podemos, o ponerlas en la sartén donde estamos haciendo las bases a fuego bajo hasta que se derrita el queso (esto sólo si podemos ponerle las cosas mientras se terminan de hacer las bases), o, como hice yo, montarlas con las bases ya hechas y darles un golpe de microondas para que se derrita el queso (30 segundos aprox.)



Nunca había probado a hacer masas sin horno y me gustó mucho como quedaron. También me daba miedo que, al meterlas al microondas, la masa quedara babosa pero quedó bien. Es mejor si podéis hacerlas en la sartén e incorporarle los ingredientes al final de la cocción de la masa, yo opté por el microondas porque tuve que esperar un poco para comerlas y preferí darles el calor justo antes de tomarlas.

jueves, 30 de octubre de 2014

Taller de repostería sin horno

El fin de semana pasado recibí una invitación para ir a un Taller de repostería sin horno, y como este va a ser mi segundo año sin horno en casa no me lo podía perder.
Para hacerlo completamente irresistible, además de ser de repostería, incorporaba a las recetas productos de Comercio Justo y nos explicaron las alternativas y propiedades de diferentes tipos de endulzantes como alternativa al azúcar blanco.



El taller lo organizaba Setem (http://www.setem.org/site/es/federacion), en su sede de Madrid, c/ Gaztambide, 50, y lo impartía Marta de Little Noa (https://www.facebook.com/pages/Little-Noa/392069027568052?fref=ts). En Setem, aparte de comprar productos de Comercio Justo de toda clase también podéis informaros de todos los proyectos y campañas que llevan a cabo.

Durante el taller, que duró unas 3 horas y media, hicimos tres recetas que estaban deliciosas. Marta explica muy bien y da gusto aprender con esa facilidad nuevas técnicas y mezclas. 

La primera receta fue una tarta de queso hecha con panela (una variedad de azúcar de caña), la verdad es que la panela le da un toque a la tarta que no podríamos conseguir  con ningún otro producto, parecido al caramelo pero menos empalagoso. Estoy deseando hacerla para alguna celebración familiar.



La segunda fue una mousse de capuccino que engancharía incluso a lo menos cafeteros, muy cremosa y suave. Además la idea de presentación, con un poco de nata montada encima, le da el aspecto de un capuccino normal y corriente. Una forma muy elegante de terminar una comida especial.



La última receta fue la que más me sorprendió, hicimos unas trufas de anacardo, coco y chocolate, aunque su realización no era especialmente complicada, nunca había visto la técnica ya que no llevaban leche, ni nata, ni ningún lácteo, sino que utilizamos sirope de ágave, lo que las hace aptas también para veganos. Aunque a mí el coco rallado no me gusta especialmente, la verdad es que el contraste que le aporta al chocolate (ya que la receta llevaba chocolate amargo) es muy rico y están buenísimas. Esta receta me pareció perfecta para llevar cuando voy de visita porque aguantan muy bien fuera de la nevera.



Así que 100% recomendables las recetas de Marta, no dudéis en seguirla en su Facebook, ya que imparte diferentes tipos de talleres.

Nuestros postres no quedaron tan elegantes como los suyos pero estaban riquísimos. Con la práctica seguro que conseguimos que sean igual de bonitos.



jueves, 23 de octubre de 2014

Crepes de verduras con bechamel de calabaza.

Hace algo más de un mes nos trajimos de la huerta de mi tía una calabaza muy bonita que estuvimos reservando para Halloween. Ahora por fin la hemos tallado y ¡ha quedado muy bien! 



Pero después de vaciarla nos dimos cuenta que teníamos muchísiiiiiima calabaza para cocinar, hicimos crema de calabaza y salsa de calabaza pero aún seguía sobrando así que decidí probar a hacer una bechamel de calabaza para acompañar una crepes de verduras y quedó muy rica.

Ingredientes (para 2/3 personas):
Para las crepes:
- 1 huevo.
- 80gr de harina.
- 250 ml de leche.
- Sal.

Para el relleno:
- Media cebolla.
- 1 calabacín.
- 4 champiñones.
- 1 cucharada de queso de untar.
- 1 o 2 cucharadas de tomate frito (si es casero mejor).
- Un chorrito de vino blanco.
- Sal. 

Para la bechamel:
- Media cebolla.
- 200 gr de calabaza.
- 2 o 3 cucharadas de harina.
- Leche (la iremos incorporando poco a poco).
- Sal.
- Nuez moscada.

Preparación:
Crepes:
1. Ponemos el huevo, la harina, la leche y una pizca de sal en un vaso batidor y batimos. La mezcla resultante tiene que ser bastante líquida.



2. Tapamos la masa y dejamos reposar en la nevera, mínimo una hora.

3. Calentamos una sartén y la engrasamos con mantequilla o aceite de oliva. Llenamos un cazo hasta la mitad con la masa que teníamos y, cuando la sartén esté muy caliente, vertemos y extendemos bien por toda la superficie.  Esta primera crepe será de prueba para ver qué cantidades de masa tenemos que usar para conseguir una crepe finita y bien formada.

4. Cuando empecemos a ver que los bordes están tostaditos le damos la vuelta. Si no solemos hacer crepes es mejor ayudarse con una espátula y un tenedor para evitar que se rompan o se queden dobladas.



5. Hacemos todas las crepes, teniendo cuidado de que no se peguen y las vamos apilando en un plato. Es probable que tengamos que engrasar un poco la sartén una o dos veces más ya que la masa que he usado no lleva mantequilla y eso hace que sea más propensa a pegarse.




6. ¡Ya tenemos listas nuestras crepes! Ahora sólo queda ponerles un plato encima y reservarlas hasta que esté todo listo para montar el plato.

Relleno:
1. Picamos la cebolla y la pochamos en una sartén con aceite de oliva.

2. Cuando la cebolla esté doradita añadimos el calabacín y lo salteamos un poco hasta que esté con un color amarillo y se note que está blandito.



3. Ahora es el momento de incorporar el chapiñón y ponerle un poco de sal.



4. Cuando tengamos todo ya pochadito y con un color tostado muy apetecible es el momento de echar un chorrito de vino y dejar de reduzca bien.



5. Este es el último paso. Mezclamos en la sartén de las verduras las dos cucharadas de tomate y el queso de untar (si nos gusta más otro tipo de queso o más queso lo echamos según nuestra preferencia, eso sí, es recomendable usar un queso que se funda bien, como el Gouda, el Cheddar, el Emmental...). Movemos con una cuchara para integrarlo todo.



Bechamel:
1. Picamos muy finitas la cebolla y la calabaza y las ponemos a sofreír en un cazo.



2. Cuando esté la cebolla dorada y la calabaza tan blandita que se deshaga incorporamos la harina y la mezclamos con el sofrito que hemos hecho.



3. Una vez que se ha hecho como una "masa" con la harina, la cebolla y la calabaza vamos añadiendo la leche. Podemos ir corrigiendo la textura de la bechamel añadiendo más leche si la queremos más suelta así que id añadiéndola poco a poco. 

4. Echamos sal y nuez moscada con cuidado de no pasarnos, luego tiene que quedar integrada con las crepes y el relleno.



5. ¿Preparados para montar el plato? Sólo queda rellenar las crepes con las verduras que hemos preparado, cerrarlas tipo pañuelo y rociarlas con una buena cucharada de bechamel. A las mías, como toque decorativo, les añadí unas pipas de calabaza machacadas que había secado y tostado en una sartén. 



NOTA: Si os sobra alguna crepe, se pueden guardar perfectamente en la nevera un par de días y tomarlas con lo que se os ocurra o... Podéis echarles chocolate, mermelada, azúcar o lo que se os antoje y tomarlas de postre, dulces también están riquísimas. También podéis congelarlas sin rellenar y descongelarlas cuando os apetezcan.